lunes, 12 de mayo de 2008

María (Aquella de la voz alondra)

, allá…hay una muerte y un rincón sobre la mesa, la luz llora, el cielo ríe, descorre el telón…
María se parió a sí misma, de su vientre nació la noche al firmamento…y dejó sobre una silla la placenta; vistió su angustia para no nacer desnuda, para no vivir sin sitio ató su voluntad a su locura, la mirada a sus deseos y… nube alta
abrió la puerta… una caricia de cielo recorrió las plazas

Soy
un presagio de júbilo
algo que viene a doler al dolor
mueca de luz frente a lo oscuro

soy en mi
acaso una esperanza
fuera de mi
soy aullido
una sirena que se encanta
la caricia de mis ojos
mariposa en la fiesta del polen
árbol en la contienda por la luz

¿Cuál de tus sonrisas me convirtió en un espíritu de tierra fértil?
¿En qué sitio has dejado el sabor a bosque de mi abrazo?
¿Qué fue del atardecer marino de tus ojos, de aquellas jaurías de besos que despertaban frenéticas las nervaduras de mi corazón?
¡Ay se hilaba el horizonte en tu mirada¡
Ay eran tus ojos mi destino
gota de luz para seguir tu cielo
¡Ay en tus ojos navegaba¡

Mi voz tocó tu boca
en el horizonte de tus besos
tu beso buscaba la tarde de mis ojos
en la marcha nocturna de mi sangre
tus besos
creando aventuras a mis sueños
su filo entre mis venas navegando
mi destino fluyendo hacia tu boca.

Me hice fuerte en tu retina
una impresión luminosa
que llegó del este
toco mi plumaje
volví vuelo de alondra

Derrumbamos nuestra cordura
como quien recoge versos
para sembrar luz
Y vimos la pata de un gallo detrás de la luna
y los negros de Harlem
siguieron el song de tu lengua
locos capaces de tocar su propia alma
fuimos

Esa tarde cerramos el libro del deber
como quien abre una ventana
a lo infinito
y se resguarda en el seno
de un cielo insondable

¿Para alcanzar tus ojos, habría de convertirme en luz?
¿Habré de llamar al viento con tu nombre?

1 comentario:

Anónimo dijo...

No estoy segura si tengo la facultad de complender el lengüaje pero si entiendo de como me hizo vibrar y sentir.

Gracias por que esta creación, para mi, hoy, fué un gran regalo.

Laura M. Troncoso